Un queso muy apreciado elaborado con leche de vaca, debe su nombre al valle en el que desemboca el Emme  En Suiza.  Su nota típicamente avellana lo distingue y lo hace inconfundible en el sabor de su leche cruda (naturalmente sin lactosa) mientras que los agujeros contienen las llamadas "lágrimas de alegría", que caracterizan la especial calidad de este queso.
 Solo unos pocos preseleccionados  las lecherías que lo producen satisfacen los rígidos  criterios para poder entregar sus formas de maduración en el  Cueva de arenisca de KALTBACH hace más de 22 millones de años que para un caso i  Los queseros de la región descubrieron en 1953 que las condiciones particulares de la cueva permiten que el queso madure de una manera única en el mundo.
 Con fruta fresca o un vino blanco ligero, el potencial de sabor de este queso se desarrolla al máximo.